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El viaje que ya lleva 35 años por el sistema solar

08.09.2012 22:01

Fue lanzado en 1977 para encontrar sus límites y todavía no alcanzó el objetivo. Pero tiene plazo hasta el 2025 

Treinta y cinco años después de su lanzamiento, la sonda espacial Voyager 1 sigue viajando por el espacio y todavía no alcanzó su objetivo, que es nada más y nada menos que encontrar los límites del Sistema Solar.

 

La sonda partió de la base de Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, el 5 de septiembre de 1977, con la misión de localizar y estudiar los límites del Sistema Solar, incluido el Cinturón de Kuiper, un conjunto de cuerpos de cometa.
Sin embargo en la actualidad, y contrariamente a lo estimado por los científicos, la Voyager 1 aún no ha sido capaz de abandonar el Sistema Solar, según confirmó al cumplirse el 35 aniversario de su lanzamiento, Robert Decker, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore y uno de los responsables de los instrumentos de medición que lleva consigo la sonda.
LOS CONFINES DEL SISTEMA
En el borde exterior del Sistema Solar se encuentra la heliopausa, una región en la que el viento solar se une al espacio interestelar y que se considera la frontera con el resto del universo.
La extensión real de esta región se desconoce, en parte porque durante los once años que dura un ciclo solar la heliopausa se expande y se contrae, en respuesta a la actividad del astro rey.
La Voyager 1, el objeto fabricado por el ser humano que en estos momentos se encuentra más alejado de la Tierra, entró en la heliopausa en el año 2004 y los expertos esperaban que ya hubiera terminado de cruzar esta región y abandonado el Sistema Solar, algo que la sonda aún no ha conseguido.
Según Decker, este hecho invita a reconsiderar el conocimiento que la comunidad científica dispone de los límites del Sistema Solar.
En la actualidad, la Voyager 1, con 722 kilogramos, ya ha recorrido casi 18.000 millones de kilómetros y dispone de suficiente energía como para operar hasta el año 2025.
La sonda, que también transporta un disco con música, fotos y sonidos explicativos de cómo es la vida en la Tierra y la situación del ser humano en el universo, fue la primera en enviar imágenes de las lunas de Júpiter y Saturno.
VIAJANDo HACIA EL INFINITO
Mientras tanto, a más de 18.000 millones de km de nuestro planeta, la Voyager 1 se adentra en un mundo hasta ahora inexplorado, ampliando hasta los límites de la comprensión del sistema solar.
Varios equipos analizan los datos transmitidos por la sonda, que aportan informaciones inéditas sobre los confines de nuestro sistema solar, sobre una ?región de transición? en la frontera con el espacio interestelar.
El programa de exploración Voyager de la Nasa -la Voyager 2 fue lanzada con un mes de intervalo y en otra trayectoria- tenía también como objetivo el estudio de los planetas más alejados del Sistema Solar: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Desde entonces, las sondas viajan hacia los confines del sistema solar y Voyager 1 está a punto de convertirse en el primer objeto de fabricación humana que franqueará este límite, para alcanzar el espacio interestelar.
Por ahora, se sabe que Voyager debe salir en algún momento de la zona de influencia del Sol, para entrar en el gas interestelar o galáctico, a partir del cual se forman las estrellas. Y se espera que lo consiga.